Nebhepetra Mentuhotep, o Mentuhotep II, fue un faraón de la dinastía XI de Egipto; gobernó unos cincuenta años, casi entre 2061-2010 a. C., y para los historiadores es el fundador del Imperio Medio de Egipto. Fue quinto rey de la XI dinastía egipcia.
Sucedió a su padre, Intef III. Su nombre de nacimiento significa 'Montu está satisfecho’. Fue coronado como Nebhepetra (‘señor timonel de Ra’), Al principio llevó el nombre Horus de Seankhibtauy, cambió tal nombre Horus por el de Neteryhedjet, siendo el primer rey tebano que adoptó una titulatura completa de faraón. Después de someter todo el país, probablemente en el décimo cuarto año de su gobierno, se hizo llamar Horus Sematauy que significa ("El que une los dos países").
Emprendió la guerra para la unificación de todo Egipto bajo su mando, reprimió la revuelta del nomo tinita, derrotó al nomarca de Sauty (Asiut), expulsó a los beduinos asiáticos, que intentaban invadir el Delta del Nilo, y convirtió a Uaset (Tebas) en la capital política del reino.
Tras la unificación del país restableció la autoridad real, emprendió una política de fuerte centralización y dispondrá de un grupo de altos funcionarios, de total confianza, con el fin de controlar la administración central y provincial, es que reapareció el cargo de chaty, que dirigía el poder central, y surgió el cargo de gobernador del Norte que compartía mando con el gobernador del Sur y el gobernador de los Desiertos del Este.
Recompensó a los nomarcas fieles, y como fueron respetados por el rey se consideraban verdaderos señores de sus territorios, pues conservaban sus privilegios y seguían actuando con mayor autonomía, a pesar de que reconocieran al faraón nominalmente como gobernante absoluto e hijo de Ra.
La administración del Bajo Egipto fue encomendada a un Gobernador del País del Norte y se restableció el cargo de Visir. Mentuhotep II fue conocido por rodear de colaboradores tebanos, aunque un sinfín de artistas y funcionarios heracleopolitanos fueron traslados al servicio de Tebas. En política exterior, Mentuhotep II intentó restablecer la influencia egipcia en Nubia, así que envió allí una expedición que obligaría a sus poblaciones a pagar tributo. Hacia el este realizó viajes comerciales, reabriendo la ruta hacia las minas y canteras del Sinaí; por el oeste envió también expediciones y tropas a Libia y a los oasis occidentales. Luchó contra los libios del desierto occidental y contra los nómadas del Sinaí, asegurándose el dominio de la región del Sinaí, y la explotación de sus minas. Organizó campañas en Nubia hasta la región de Uauat y estableció el control hasta la Segunda Catarata. Consolidó las fronteras del Delta del Nilo y Nubia. Cuando murió fue enterrado en el templo mausoleo erigido en Deir el-Bahari. Posteriormente Mentuhotep fue adorado como un dios en Tebas.
Durante su reinado erigió un complejo funerario innovador que alberga un templo en terrazas con pasillos conjunto contra los acantilados del desierto de Tebas occidental. El templo estaba decorado con escenas realizadas en relieve tallada pintada en colores brillantes de manera maravillosa. En este detalle de un fragmento conservada de manera muy buena, el rey se ve llevando la corona blanca del Alto Egipto, un amplio cuello de cuentas azules y verdes, y una barba postiza que concede la correa visible a lo largo de su línea de la mandíbula. Esta no es la barba recta que pertenece al rey vivo pero la barba divina curva que significa que se ha unido a las filas de los dioses. El nombre de Mentuhotep se incluye en el cartucho de forma ovalada, frente a su rostro, y su nombre de Horus, Sematawy, que se muestra en la parte superior del dispositivo conocido como un serej-al lado de la cartela rectangular.
Mentuhotep II, siguió la tradición de los reyes anteriores, comenzó la construcción de templos: prácticamente todo Egipto tiene alguna construcción suya; sin embargo, la actividad de construcción fue mayor en el Alto Egipto como por ejemplo: Abidos, Ombos, El-Kab, Elefantina, Medamud, Armant.
En lugar de construir su tumba junto a la de sus antecesores en el oeste de Tebas, lo hizo en el valle desértico de Deir el-Bahari, con una nueva estructura espacial y constituyendo en realidad un grandioso complejo funerario se compone de 28 tumbas para reinas, princesas y otros miembros de la familia real. Fue destruido luego parcialmente por las obras de la reina Hatshepsut. Tebas, la residencia de Mentuhotep II, siguió siendo la capital tras la reunificación del país.
Mentuhotep II fue considerado por las generaciones posteriores de los egipcios como una de sus más grandes reyes y su templo funerario estaba todavía en uso durante la dinastía XIX, más de siete siglos después de la muerte del rey, cuando algunos de los relieves fueron restaurados. El templo fue finalmente destruido por un terremoto y fue sepultado de manera parcial por los escombros de los acantilados sobre.
En tal complejo funerario, además de recibir sepultura el rey, fueron enterradas su esposa principal, llamada Temet, muchas concubinas, su hermana Neferu III que también fue su esposa, y uno de sus hijos. Mentuhotep II fue sucedido en el trono por Mentuhotep III, hijo que tuvo con Temet, y muchos otros enterramientos de la época también se han hallado cerca del templo: Queen Tem, la madre de Mentuhotep III. El canciller Akhtoy, visires Dagi y Ipi, el Comisario Jefe Henenu. El maravilloso sarcófago de piedra caliza de Dagi tuvo una versión completa de los Textos de los Sarcófagos.
Testimonios de su época
Mentuhotep prosiguió con los trabajos de restauración en Elefantina, iniciados por Intef III. En Abidos edificó los anexos del templo de Osiris. Embelleció los templos del dios Montu en Tod y Armant.
Restos del templo funerario de Mentuhotep II construido en Deir el-Bahari.
Edificaciones
- Templo mausoleo erigido en Deir el-Bahari
- Reconstrucción del templo de Satet en Elefantina
- Edificio del templo de Montu en Tod
Su nombre se ha encontrado tallado en
- Inscripción en una roca, cerca de Asuán
- Inscripción en una roca, en Shatt er-Rigal
- Bloques del templo en Nejab (El-Kab)
- Bloques del templo funerario, de Deir El-Bahari
- Bloques de Dendera